Guiando un destino es una obra maravillosa que ha sido creada a punta de esfuerzo, generosidad, entrega y amor.
A nosotros como familia, nos hace felices poder apadrinar a una niña tan dulce como Catherine y darle la posibilidad de continuar con sus estudios. Una niña que además es estudiosa y tiene grandes sueños para salir adelante, ser profesional y ayudar a los demás. Sin la ayuda de la fundación, le cortarían las alas.
Son niños que les ha tocado extremadamente duro, no tienen la posibilidad sin la ayuda de la fundación de terminar sus estudios. Uno debe ser agradecido de la gran fortuna que ha tenido en su vida y predicar con ejemplo a nuestros hijos. Uno no se imagina siquiera ese nivel de carencia material y sobre todo de oportunidades. Con tan poquito, uno puede cambiarle la vida a un niño, y a futuro a su familia. Aportando quizás solo el equivalente de una salida a comer, o para los que fuman, menos de lo que gastan en cigarrillos en el mes, puede hacer posible que tengan la posibilidad de terminar sus estudios secundarios.
Muchas gracias a Guiando un Destino por darnos tan bella posibilidad, permitiéndonos poner nuestro granito de arena por un mundo mejor.
Ojalá Guiando un Destino sea cada día mas grande y logre ayudar a cientos de niños.
A nosotros como familia, nos hace felices poder apadrinar a una niña tan dulce como Catherine y darle la posibilidad de continuar con sus estudios. Una niña que además es estudiosa y tiene grandes sueños para salir adelante, ser profesional y ayudar a los demás. Sin la ayuda de la fundación, le cortarían las alas.
Son niños que les ha tocado extremadamente duro, no tienen la posibilidad sin la ayuda de la fundación de terminar sus estudios. Uno debe ser agradecido de la gran fortuna que ha tenido en su vida y predicar con ejemplo a nuestros hijos. Uno no se imagina siquiera ese nivel de carencia material y sobre todo de oportunidades. Con tan poquito, uno puede cambiarle la vida a un niño, y a futuro a su familia. Aportando quizás solo el equivalente de una salida a comer, o para los que fuman, menos de lo que gastan en cigarrillos en el mes, puede hacer posible que tengan la posibilidad de terminar sus estudios secundarios.
Muchas gracias a Guiando un Destino por darnos tan bella posibilidad, permitiéndonos poner nuestro granito de arena por un mundo mejor.
Ojalá Guiando un Destino sea cada día mas grande y logre ayudar a cientos de niños.
Rodrigo Allimant, padrino de Catherine, tercera generación
Un día hablando con una amiga me contó de Guiando un destino, ella lleva en la fundación más de 3 años y me impulsó su alegría de ser parte de un acompañamiento, de como se crea una relación de cercanía con un niño de tan lejos y lo valioso que con un aporte moderado puedes cambiar el futuro de alguien. Empecé este año a ser madrina de John y me siento muy feliz de colaborar con el crecimiento de él, ya que el aporte va más allá de lo monetario, hay cariño e interacción de ambas partes con videos y cartas! Somos todos uno en este mundo y todo lo que hacemos transforma de alguna manera a otro. Quiero destacar también que la comunicación con las fundadoras es buenísima, siempre presentes y responden a todas las dudas y consultas! Si tienes la oportunidad de ser parte de esto ni lo dudes!
Loreto González, madrina de John, tercera generación
Quise ser parte de la Fundación Guiando un Destino, ya que la educación pareciera no ser un derecho cuando no existen los recursos. Probablemente el aporte para muchos se traduce solo en plata, pero en este caso es eso y esperanza para muchos niños que quisieran no repetir lo que ven a diario en la pobreza, sino poder hacer más para salir de ahí.
David, nuestro ahijado, con varios kilómetros de distancia nos envía a través de cartas y videos sus avances, aprendizajes en el colegio y sobre todo lo agradecido y feliz que está de vivir su experiencia escolar. Con tan poquito, se hace mucho para otros.
Consuelo Rodríguez, madrina de David, 1° generación